Estrategia de inversión

Identificar empresas en fase inicial de crecimiento con sólidas perspectivas de crecimiento e impacto escalable, con operaciones sustanciales en la región objetivo.

Diversificar las inversiones entre países: enfoque principal en Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua; enfoque secundario en Costa Rica, Panamá y Belice; y coinversiones oportunistas con socios inversores en México, Colombia y Ecuador.

Centrarse principalmente en invertir en empresas de Agroprocesamiento, Bienes y Servicios Básicos (Vivienda Asequible, Energía, Educación, Salud y Agua) y Economía Digital, manteniendo la capacidad de invertir en empresas excepcionalmente impactantes que operan en otros sectores.

Invertir principalmente en empresas generadoras de ingresos que hayan completado con éxito operaciones piloto y hayan demostrado su capacidad de ampliación. El Fondo también puede invertir de forma selectiva en empresas que aún no hayan obtenido ingresos si existe un claro camino hacia la rentabilidad y el perfil de rentabilidad justifica los riesgos añadidos.

Estructuración de inversiones con vencimientos de 4-7 años. Escalonar el desembolso de los fondos a invertir en función de la consecución por parte de la Sociedad de Cartera de los hitos acordados.

Principalmente utilizan estructuras de deuda autoliquidable que mitigan los riesgos a la baja, pero permiten compartir los beneficios a través de «incentivos» de capital y reparto de beneficios/ingresos.

Realizar inversiones denominadas en USD. Aplicar la gobernanza mediante pactos de deuda, incluidos los ratios financieros, el flujo de caja y los dividendos. Restricciones, requisitos de notificación e información, y cumplimiento medioambiental y social.